DESPUÉS DEL TERREMOTO NEPAL 2016
En Kokhana, un pueblo en las afueras de Katmandú, la situación tras el terremoto de abril 2015 sigue siendo implacablemente duro. Sus habitantes, la mayoría sin recursos, sobrevivir con la mejor de sus sonrisas, a pesar de sufrir angustia y depresión después del desastre.
Llevan once meses esperando lo que les prometió el Gobierno: dos mil euros por cada familia afectada; de lo cual no han recibido absolutamente nada, ya que muchas ayudas internacionales quedaron en los bolsillos del Gobierno de Nepal.
Algunas ayudas internacionales de organismos extranjeros han ayudado a algunas familias a construir viviendas provisionales… sólo cuatro postes y un techo de hojalata. Todos los demás deben pasar sus noches en los pocos restos de sus casas.. Compensar el frío que asola las zonas más altas de esta Comunidad es aún más difícil. Algunos de ellos optaron por construir una vivienda sencilla por sí mismos., ladrillo por ladrillo.
Su espiritualidad les ayuda a afrontar esta dura experiencia con amor y compasión por los seres queridos que han perdido., a quienes veneran en sus templos y casas, destruido por el terremoto, Todos los días.
Historias duras que me conmovieron profundamente desde, desafortunadamente, las personas más desfavorecidas son las que sufren las consecuencias de los desastres naturales.